Te mataré, luego te descuartizaré con el afilado cuhillo que usa tu madre para prepararte las comidas ricas ricas mientras tenga un orgasmo y me llene toda entera de tu propia sangre .., les alimentaré a los perros del vecino del frente y quemaré las sobras antes de escapar..
Pero al cabo de una semana, de hostal en hostal escondida, mi regla se irá como de costumbre y tendre que confesarme a la policía o me suicidaré, quien sabe..

No creo en los amores imposibles, odio cuando alguien te pregunta: ¿ qué prefieres, un beso o un abrazo ? porque todos sabemos que los queremos los dos. En cambio, creo profundamente en los amores a primera vista, o por lo menos, me gusta creerlo. Adoro ir por la calle y mirar a la gente a los ojos, sonreír y ver qué cara ponen.

Soy de las que caminan con tranquilidad, despacio y con música. Me agobio al andar rápido, cuando hay demasiada gente en la calle, me pone nerviosa tener que rozarme continuamente con la gente. Me gusta el ruido de los tacones, aunque no sepa andar en ellos.

Amo la ciencia del sueño y el dormir.

Días perfectos.


Un día perfecto es ese día que nada más levantarte deduces que te va a ir bien. Y no sabes exactamente porque es, igual porque justo cuando suena el despertador notas que la persona a la que amas con todo tu corazón está a tu lado. Y eso te hace sentirte segura, y te sale una sonrisa sin ni siquiera darte cuenta.


En un día perfecto no puede faltar un desayuno, llegas bailando a la cocina y voluntariamente tus piés siguen brincando hasta el frigorífico. Cojes las rebanadas de pan, y empiezas a cantar. Para cuando salen de la tostadora tú ya estás lista con el plato en las manos y la mermelada de franbuesa en la mesa.


Cuando sales de casa, notas que el perfume del viento, la suavidad de la luz, el aroma del aire y la
temperatura ambiente son perfectos.


No sabes cómo ni porqué. Pero en un día perfecto te sientes en armonía contigo misma. Sientes que todo, es como tú quieres que sea. Como tú has hecho que sea.

Dales la mano a los problemas, a las preocupaciones, a todo aquello que te asusta.
Apriétala fuerte e intenta caminar junto a ellos. Así todo será más fácil.
Poquito a poco día tras día. Día tras día poquito a poco.


- atrévete.
- ¿que la gente te mira mal?

-pasa.

sé tú misma.
Que no te influyan aquellos que son como los demás simplemente porque no se atreven a ser ellos mismos o simplemente diferentes. Los que se creen lo más de lo más sin serlo.

Básate en esas personas que sí que se lanzan a por nuevas metas, distintos retos, cosas nuevas. Básicamente luchan por ser ellos mismos, luchan por lo que quieren. Como debería de ser.

Esa amiga, que siempre está ahí, quieras o no, hay que dejarla descansar. Esa que siempre te dirá:

-Nolo hagas, no merece la pena. Para qué cambiar?


y cuando acumules el suficiente valor le dirás:

-Vergüenza, hoy mejor quédate en casa.


Quiero un amor de verano, con quien hacer el amor intensa y apasionadamente en la orilla de la playa y después ver el amanecer agarraditos goxo goxo, con el que no merezca la pena discutir porque pronto nos separaremos y hay que vivir todos los momentos como si fuera el último.







Que me lleve a un parque de atracciones vintage donde me compre una manzana de esas con caramelo a escondidas, al final uno de los dos se tendrá que ir a su ciudad, pero nos mandaremos cartas continuamente, aunque los sábados noche nos olvidemos el uno del otro y seguiremos de flor en flor.





Paradas frente al mar. mientras el mundo gira.



















Nos gustan esas tardes en la que el cuerpo te pide calma, y te dice:
"Anda, quédate en casa. Fuera llueve, y hay palomitas"

Entonces te quedas, y piensas en lo bien que has hecho en quedarte. Sobre todo si es invierno, y si aparte de llover, también hace frío.

Aunque realmente nos apasiona ponernos esas bufandas de lana que guardamos con cariño durante nuestro tan querido verano.

Nos gusta entrar a un bar, pedir algo caliente y charlar hasta que la nariz, que se ha quedado complétamente roja por el frío, vuelva a su color natural.


Soñemos

Imaginar un mundo lleno de flores, amor, felicidad, colores, dulces, luces..






o un mundo loco, lleno de engaños, cosas sieniestras, vampiros y demás seres fantásticos y negro, mucho negro.



Nos gusta sentir la brisa en la cara, justo al salir de casa en mañanas de primavera. Oler las flores, acariciarlas suavemente. Andar por la hierba recién cortada, descalza, en días de sol. Ponernos morenas hasta tener mucho calor y refrescarnos en el mar. Comer un helado, después de un largo día de calor. Ojalá llegue verano.